En 1990 sucedió un acontecimiento revelador, los archivos confidenciales de la policía política de Paraguay fueron descubiertos. Para ese momento, nadie se esperaba los oscuros secretos que saldrían a la luz y pondrían en evidencia uno de los episodios más oscuros de América Latina, La Operación Cóndor.
Los archivos del terror, como fueron conocidos, revelaron las operaciones secretas que involucraban la coordinación de los diversos regímenes militares que imperaban entre 1970 y 1980. El propósito de esta alianza era perseguir y neutralizar, a toda costa, a los disidentes de estos gobiernos. Los documentos secretos registran los inicios de la operación Cóndor, alianza de las cúpulas dictatoriales latinoamericanas con Estados Unidos, para atacar a los miembros de la resistencia.
LOS INICIOS DE LA OPERACIÓN CÓNDOR
La salida a la luz de los llamados archivos del terror evidenció que desde mediados de la década de 1970 los gobiernos latinoamericanos sostenían diversas reuniones de inteligencia para trazar sus objetivos conjuntos. El asesinato de Carlos Prats, ex comandante en jefe del ejército chileno que se opuso al golpe de Pinochet, fue uno de los primeros actos ejecutados por la operación Cóndor.
Su muerte fue planeada de forma conjunta entre el poder de Argentina y el gobierno de Augusto Pinochet, cuya policía secreta (DINA) se trasladó desde Chile hasta Buenos Aires para perpetrar la operación.
EL MODUS OPERANDI
El modus operandí se caracterizó por un conjunto de rasgos:
- Los disidentes políticos podían ser apresados en cualquier país de Latinoamérica y luego ser extraditados a su nación de origen.
- Las operaciones conjuntas desconocían las fronteras y actuaban con alcance internacional.
- El servicio secreto chileno, por orden de Pinochet, llegó a actuar en varios países como Roma y EEUU en su afán de exterminar a la resistencia.
- En 1975 la operación Cóndor intentó asesinar a Bernardo Leighton, dirigente del partido Demócrata Cristiano de Chile, exiliado en Roma.
- La alianza de Chile y Paraguay penetró en Estados Unidos con el fin de matar a Orlando Letelier, excanciller chileno.
LA INTERVENCIÓN BRASILEÑA
Brasil fue uno de los países con mayor influencia para la operación Cóndor, en tanto que era el pionero en entrenamientos y métodos de tortura. Desde la dictadura brasileña se ofrecía asesoría a otros países en temas relacionados con represión y operaciones tácticas para lograr golpes de estado.
Es así que Brasil y sus métodos represivos estuvieron muy presentes en Chile, posteriormente al derrocamiento de Salvador Allende por parte de Pinochet. Cualquier brasileño que manifestara en Chile era registrado y en caso de volver a su país, era procesado, desaparecido o asesinado.
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De igual forma en Brasil, se ejecutaron las desapariciones forzosas no sólo de brasileños sino de opositores políticos de diversos países latinoamericanos. A través de los años han ido apareciendo registros de ciudadanos argentinos y chilenos que desaparecieron en Brasil, como consecuencia de su posición política.
LA IMPUNIDAD DE LA OPERACIÓN CÓNDOR
Si bien algunos implicados en la operación Cóndor fueron condenados tardíamente entre finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, muchos otros jamás fueron procesados por sus delitos. Esto se debió en algunos casos a la falta de pruebas y en otros a la protección de élites poderosas o políticos influyentes. Los números reales de los afectados por la operación Condor se desconocen y carecen de precisión.
Únicamente en Argentina, que tiene la mayor cantidad de desaparecidos, se reconocieron 9.000 casos en 1984, pero las organizaciones de derechos humanos aseguran que se trata como mínimo de unos 30.000 ciudadanos de diversas nacionalidades. Mientras tanto, América del Sur todavía llora a sus muertos y desaparecidos. Muchas familias jamás obtuvieron respuestas y cientos de denuncias quedaron en el olvido. El producto de la alianza entre gobiernos dictatoriales dejó a su paso un legado de amargura y muerte.
LOS ARCHIVOS SECRETOS NORTEAMERICANOS
Barack Obama desclasificó más de 500 páginas en archivos confidenciales de la CIA relacionados con la colaboración estadounidense con las dictaduras latinoamericanas y la operación Condor. Esta revelación ha aportado nuevos detalles y arrojado luz sobre la represión y la situación de los opositores a las dictaduras en Argentina a partir de 1976. Los documentos expusieron propuestas y tácticas empleadas para recabar información de la resistencia, identificar miembros, ubicaciones y actividades, así como los cuestionables métodos empleados.
Entre los objetivos de estas operaciones, estaba exponer los vínculos socialistas y marxistas de organizaciones religiosas y de derechos humanos. Una de las revelaciones más destacadas expone cómo Alfredo Bravo, Presidente de la Asamblea Permanente de DDHH, fue torturado reiteradamente con descargas eléctricas y ahogamientos. Este es uno de los muchos casos de tortura y cruentos métodos empleados por la operación Cóndor, que aún genera muchas preguntas sin respuesta sobre cientos de desaparecidos.
