Hoy en día la ciencia y la religión trabajan juntos para revelar misterios de la creación del universo. Durante miles de años la ciencia y la religión vivían en guerra, y por mucho tiempo se dijo que la ciencia tenía razón en lo que ha misterios del universo se refiere. A medida que la ciencia iba mejorando, señalaron que Dios ya tenía que hacer cada vez menos. Sin embargo, hoy en día, se unen la fe y la tecnología.
La Ciencia y la Religion
Además, los científicos se acercan más que nunca a la verdad, sobre todo a solucionar el mayor misterio de la vida. Durante el último milenio muchos disputaron la explicación que ofrecía la biblia. Especialmente de los fenómenos naturales tal como lo dice el libro de las revelaciones (Apocalipsis). Y muchos no creían en Dios, buscaban pruebas concretas acerca de la existencia de Dios. Mientras la religión ofreció explicaciones espirituales.
Una de las teorías más amenazadoras y que chocó con la ciencia religiosa fue, por los astrónomos Copérnico y Galileo. Según la enseñanza de los predicadores de la iglesia, fue que la tierra era el centro del sistema solar. En cambio del astrónomo Galileo fue al contrario, que el sol es el centro del sistema solar y que los planetas giran alrededor del sol. Mientras la religión explica la necesidad de Dios en la creación de todo el universo.
En cambio, Stephen Hawking plantea que en el comienzo del universo no tenía nada que ver Dios. Esta teoría causo un conflicto tremendo entre la ciencia y la religión, por los misterios del universo. Muchas religiones aceptaron la teoría de Galileo y otras los rechazo rotundamente. El padre Cohen no rechaza los descubrimientos científicos, por el contrario, él cree tanto a la ciencia como a Dios, y une ambas teorías para develar los misterios del universo.
Algunas teorías refinadas argumentan que la creación del universo fue tan exacta y precisa que no pudo haber sido el resultado del azar. Según estas ideas, el universo fue diseñado como la primera versión de todo, con Dios como el arquitecto supremo detrás de todo.
Se argumenta que muchas de las características del universo, como las constantes físicas y las leyes naturales, están finamente ajustadas para permitir la existencia de vida inteligente en la Tierra. Este concepto ha llevado a la noción de que el universo puede ser visto como un lugar frío y caliente, donde la humanidad es solo una parte de un diseño cósmico más amplio.
A pesar de los avances científicos y tecnológicos, todavía quedan muchas preguntas sin respuesta sobre el origen y la naturaleza del universo. Esta incertidumbre ha llevado a algunas teorías refinadas a sugerir que Dios creó el universo, pero dejó los detalles específicos en manos de la naturaleza y sus procesos.
Los arqueólogos y buscadores de reliquias se embarcan en una búsqueda apasionada por encontrar pruebas tangibles de la existencia de Dios en la Tierra. Recurren a la Biblia como fuente de información para desentrañar antiguos misterios, siendo uno de los más prominentes el enigma del arca perdida de la alianza.
Según los relatos bíblicos, el arca fue construida con oro puro y cubierta por una tapa de oro macizo, con ángeles querubines tallados en cada extremo. Para los creyentes, esta no es simplemente una historia, sino una verdad sagrada que algún día revelará la presencia divina de Dios.
A pesar de que algunos consideran esta búsqueda como una empresa quimérica, para los fieles es una misión digna de ser perseguida. Los arqueólogos dedican años de sus vidas en la búsqueda de pistas que confirmen la existencia del arca y, por extensión, de Dios mismo.
AMBOS DOCTRINAS ENFRENTADAS ENTRE SI
En la actualidad, tanto la fe religiosa como la reflexión científica dirigen sus miradas hacia los cielos en busca de respuestas a los misterios del universo. Estas doctrinas enfrentadas podrían contener la clave para resolver algunos de los enigmas más profundos de la humanidad.
La búsqueda del arca de la alianza, un objeto de gran importancia en el antiguo testamento de la Biblia, ha capturado la atención de numerosos investigadores. Se cree que el arca posee un poder divino, y su eventual descubrimiento tendría repercusiones no solo en el ámbito religioso, sino también en el científico.
Paralelamente, el relato bíblico del Éxodo ha suscitado el interés de otro grupo de investigadores que buscan comprender la relación entre la ciencia y la fe. La separación del mar Rojo es un evento descrito en la Biblia en el que, según la tradición, Dios dividió las aguas para permitir que Moisés y los israelitas escaparan de la esclavitud en Egipto.
Hoy en la actualidad la física y la dinámica producen dudas. El mar rojo es de 438000 km2 en su punto más ancho y una profundidad de 2211 metros. Un físico comprobó con un vaso de agua, lo lleno hasta el borde y luego soplo para dividirlo en dos como lo hizo Moisés, y no pudo, el agua del baso desbordo. Y llegaron a una conclusión y dijeron «un milagro sucedió en el caso de Moisés». Pero en la teoría de Humphrey, este fenómeno fue conocido como «viento focalizado» que las producen las fuertes tormentas.
Tampoco las fuertes tormentas no pueden atravesar por completo el milagro que hizo Moisés. Estos científicos fueron en busca de pistas en la biblia sobre la tormenta, en el libro de Éxodo describen un fuerte viento que sopla durante toda la noche. En conclusión este fenómeno no fue causado por la naturaleza, hay muchos misterios del universo que faltan develar.
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