La vida está llena de interrogantes. Algunas tienen respuestas, otras las inventamos si no logramos conseguir una que nos satisfaga, pero hay un gran misterio al que todo ser viviente no ha podido encontrar. ¿Existe la reencarnacion? Nuestro cuerpo claramente se descompone en el cementerio, en algún otro caso se opta por la cremación, y en un tercer escenario se elige la disolución, un método que cobra fuerzas en los últimos años, pero aun no encontramos la respuesta correcta a esa pregunta.
El ser humano, a medida que transcurren los años, se ha convertido en alguien más pensante, con capacidades de descubrir cosas con métodos infinitos, y si a eso le añadimos que somos por naturaleza una raza inquieta y muy curiosa ante los misterios… ¿Encontraremos la respuesta de la pregunta planteada?
El diccionario de la Real Academia Española define la palabra “muerte” como la cesación de vivir. Y si tomamos en cuenta esa interpretación, podemos decir que cuando algo muere, deja de tener presencia física, pero el gran detalle que algunos omiten es que la presencia espiritual queda en algún extraño lugar que intentaremos descifrar.
Casos de resurrección y reencarnación
Muchos libros hablan de experiencias vividas por individuos después de la muerte. Según testimonios, mucha gente enferma y que posteriormente murió, tuvo una especie de resurrección. Fueron interrogadas para constatar cuál fue la sensación que vivieron durante todo ese tiempo en el que se creía que estaban sin vida. ¿Cuál ha sido la respuesta en común? Hablan de una existencia “fuera del cuerpo”.
La historia contada por la mayoría de los que vivieron la experiencia extraña es que tuvieron un encuentro con un ser luminoso. ¿Será la famosa “luz al final del túnel”? La mayoría interpreta este momento místico como una nueva oportunidad de vida, en la que se les abre una nueva página. En algunos casos, se interpreta como un renacimiento.
Seguimos vivos y consientes
A excepción de algunos creyentes que tienen fe en una vida después de la muerte, científicos creen que cuando el corazón deja de latir, ha terminado el show de la vida para cualquier ser humano. Sencillamente se baja el telón de la existencia. Pero… esto no lo piensa el médico internista de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, Sam Parnia.
Parnia cree que la muerte no se resuelve en un pestañeo, sino en un proceso que toma horas, y cuando sucede, considera que las células del cerebro siguen activas incluso cuando no haya respiración, latidos, ni actividad cerebral. Por ende, lo más probable es que los seres humanos estén conscientes de su propia muerte e incluso, podrían escuchar a los médicos declarar la hora de su defunción. ¡Qué escalofriante!
La teoría de este médico es basándose en personas que sufrieron un paro cardíaco, pero al reanimarlos, recuperaron sus signos vitales. Durante ese proceso las personas señalaron que escuchaban las voces de quienes los rodeaban, pero también recuerdan haber visto una luz cálida y reconfortante, o hasta llegaron a sentir los dolores al morir. Otros expresan que se da la separación del cuerpo que permite al “difunto” poder ver su muerte desde un plano alto.
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Las religiones y sus creencias
Seguramente hemos leído o escuchando que para algunas religiones, la muerte forma parte de la misma vida y que no es un quebranto realmente importante. Algunos otros vociferan que “Jesús dio su vida por nosotros para que tengamos vida eterna”.
Pueden concordar que la muerte es el final de la vida terrenal, pero no el final de la propia vida, ya que el alma inmortal creada por el Dios (Jehova, Alá) no muere con la muerte.
Las principales religiones del mundo ven la muerte de la siguiente manera:
budismo: Una cambio entre un sueño y otro sueño. Para los creyentes de esta religión, la vida es eterna, atraviesa numerosas encarnaciones y no la considera el fin. Todo ser vivo está sometido a un proceso cíclico continuo de nacimiento y muerte.
judaísmo: Para el judaísmo, morir significa una desvinculación temporal del cuerpo y el alma, para luego a volver a juntarse (resurrección). Es visto como una figura que vino a cumplir un determinación y que luego se desintegra para recibir la verdadera gratificación de su labor.
cristianismo: Los cristianos la toman la separación del alma y el cuerpo. El fin de la vida física, pero no de la existencia. “Y el polvo se torne a la tierra, como era antes, y el espíritu se vuelva a Dios que lo dio.” Eclesiastés 12:7 JBS.
Islam: La muerte para ellos es un termino de propositos de la vida; un cambio de existencia, una invitación a la vida eterna, un descanso, la introducción a una vida inmortal.
“La muerte no existe y la transmigración”
El científico estadounidense Robert Lanza afirma que tiene pruebas irrefutables que confirman que la vida después de la muerte existe y que no existe de la manera en la que la percibimos.
Intentando explicarlo de una forma más sencilla, asegura el científico que cuando morimos, nuestra vida pasa a convertirse en una «flor perenne que vuelve a florecer en el multiverso».
Dalai Lama, puede considerarse el único viviente de esta época con 14 reencarnaciones. Aseveran que la mente y todo su contenido permanece intacto incluso después de morir, y para seguir con el proceso de evolución interna el alma transmigra algunos atributos psíquicos a otro cuerpo, siendo la muerte una etapa necesaria en esta transformación. A esto también lo llaman reencarnación o vidas pasadas, inclusive los griegos dibujaron el término metempsicosis (meta = después y psyche = alma) para hacer alusión al tema.
Grandes personalidades se sumaron a la creencia de esta clase de fenómeno. Por ejemplo, Platón afirmaba que el alma antes de nacer escogía su vida. Del mismo modo, el psiquiatra canadiense Ian Stevenson, estudió y documentó por más de 40 años, cerca de 3000 casos de niños entre los 2 y 4 años que parecían recordar experiencias de otras vidas.
En sus conclusiones, apreció que un 35% de los infantes tenía marcas de nacimiento, en algunos casos asociados a lesiones sufridas por el individuo muerto.
Algunas señales de estar recordando cosas de sus vidas pasadas son:
- Sueños repetitivos con lugares o personas que no conocen.
- Sueños premonitorios e intuición acerca de acciones a realizar.
- Deja vu con un sonido, olor, sabor, persona u objeto.
- Misteriosa afinidad por personas, culturas o etapas de la historia.
- En ocasiones, experimenta temores o fobias injustificadas o desmedidas.
En resumidas cuentas, la muerte es un gran misterio que aún no se termina de resolver. Solo vivimos y experimentamos la muerte del otro. Generalmente, termina llegando cuando menos se espera y arrastra al ser humano a la mismísima angustia.
¿Tienes tu propio concepto sobre la muerte? ¿Crees que hay vida después de ella? En tal caso, como diría el escritor de Heres, Ciro Blanco: “la muerte es todo lo contrario a estar vivo”. ¡Cuánta verdad!