En nuestra sociedad un niño es la representación de la pureza e inocencia. Cuando un niño es víctima de la violencia las lágrimas se convierten en un clamor de justicia. Estos crímenes no son olvidados con el paso del tiempo, menos si siguen sin resolverse. Si hay una historia que sacudió a los Estados Unidos es la de JonBenét Ramsey. Han pasado 20 años desde que fue encontrado su cuerpo sin vida y el público todavía lo recuerda con la misma mezcla de dolor y horror. La pregunta sigue vigente y sin respuesta, ¿quién mató a JonBenét?
UNA PEQUEÑA REINA DE BELLEZA
JonBenét Ramsey, llamada así por la combinación de los dos nombres de su padre (John y Bennett), vivía en Colorado con sus padres y hermano. El vecindario donde estaba su casa era un testimonio de opulencia. El lugar perfecto para el castillo de una pequeña reina. Las coronas y trofeos se acumulaban en la pared de su habitación, era la sensación en los concursos de belleza infantil donde entraba como la gran favorita. También practicaba equitación, un deporte digno de alguien de su estatus. Los Ramsey eran un estereotipo de familia caucásica y adinerada. El padre era un exitoso hombre de negocios, la madre estaba advocada a la caridad y sus dos hijos eran el retrato del estereotipo de niños perfectos. JonBenét era perfecta solo en apariencia, las personas de confianza como su madre la describía como una niña difícil y mal portada. A pesar de su fama en el circuito de concursos, JonBenét seguía siendo una niña que mojaba la cama.
JonBenét y su hermano Burke
La desaparición
Era 25 de diciembre, el año 1996. Una gruesa capa de nieve cubría el vecindario, en una mañana pacífica como cualquier otra, Patsy Ramsey encontraría una nota que cambiaría su vida para siempre. En la escalera de la cocina esperaba una carta anunciando el secuestro de JonBenét. El autor del crimen exigía 118 mil dólares como rescate. Un número extrañamente específico y que coincidía con un bono que el patriarca de la familia había recibido a inicios del año. A las 5:52 a.m, Patsey Ramsey hizo un llamado al servicio de emergencias del 911 a pesar de que la nota instruía lo contrario. La investigación comenzaría de inmediato.
Los sospechosos
Richard French sería el primer policía en la escena. Al llegar notó algo sospechoso en el comportamiento de los padres aunque no lo comentaría sino tiempo después. Mientras John se mostraba tranquilo y colaborador, Patsy era un manojo de nervios y algo sobre su llanto no era natural. Casi parecía que la madre hacía alarde de su dolor. Siete horas más tarde las alarmas se encenderían de nuevo cuando John Ramsey encontrara el cadáver de su hija. JonBenét presentaba claros indicios de tortura, estaba amordaza y vestía ropa distinta a la que usaba en el momento de su supuesto secuestro. El cuerpo fue limpiado con cuidado lo que indicaba premeditación. Sin huellas en la nieve fuera de la casa o cerraduras forzadas, la policía llegó a una escalofriante conclusión, el asesino vivía bajo ese techo.
Conclusiones inesperadas
Todo parecía indicar que el asesino de JonBenét era un miembro de su familia. Los Ramsey inmediatamente contrataron un defensor y se negaron a declarar. Tampoco presentaron cargos lo que resultó aún más extraño en un caso como este. Casi parecía que el secuestro era una tapadera para el asesinato accidental de la niña. La policía confesó haber procedido de forma torpe. La escena del crimen fue contaminada e incluso permitieron que John Ramsey moviera el cadáver desde el sótano, donde fue encontrado por él, hacia la sala. Algunos reconocen que el estatus de los Ramsey resultaba intimidante, al parecer esto era algo común en la comunidad donde los policías manejaban los crímenes con delicadeza por miedo a ofender a alguien con amigos poderosos. Algo macabro ocurrió dentro de las paredes de los Ramsey y nadie se atrevía a hablar sobre ello. El cuerpo de JonBenét encontró reposo en un pequeño ataúd blanco, esta imagen perseguiría a los asistentes del funeral. Especialmente a su hermano, Burke. Apenas dos años mayor que su hermana, Burke Ramsey se encontraba en la casa en el momento del crimen y llegó a ser uno de los sospechosos principales. Las teorías llenaron los periódicos de Colorado y toda la nación. Los dedos acusadores apuntaban a los Ramsey, pero para sorpresa de todos, la evidencia jamás fue suficiente y no se pudo construir un caso contra los padres de la niña.
JonBenét en uno de sus últimos certámenes
El fenómeno JonBenét
El caso de la pequeña reina se convirtió en una sensación mediática. Innumerables documentales y reportajes se han escrito sobre los últimos momentos de la niña. Las teorías siguen acumulándose, sigue siendo tema de conversación. El público clama por una solución, una explicación de quién fue capaz de cometer semejante crimen. La niña que murió siendo una reina, incluso desde la tumba seguiría causando sensación. Veinte años después, los ojos siguen en su rostro eternamente infantil. JonBenét no ha dejado de ser el centro de atención.