El vasto cosmos continúa sorprendiéndonos con misterios inexplicables. En esta ocasión, nos aventuramos a la Nebulosa de Orión, donde un descubrimiento revolucionario ha dejado a la comunidad astronómica con muchas interrogantes. Se les ha denominado «JUMBOS» porque no se ajustan a las categorías convencionales de estrellas o planetas
Hallazgos en la Nebulosa de Orión
Estos nuevos hallazgos en la Nebulosa de Orión han dejado a los astrónomos con una pregunta intrigante: ¿Qué son exactamente? No se pueden clasificar como estrellas, ya que no son productoras de su propia luz y no tienen la masa suficiente para encenderse mediante la fusión nuclear. Tampoco son planetas, ya que no orbitan alrededor de una estrella. Esta ambigüedad los ha llevado a ser llamados «JUMBOS», una abreviatura de «Jupiter Mass Objects» (Objetos Binarios de la Masa de Júpiter).
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Este ultimo hallazgo se dio en el observatorio espacial, desarrollado en conjunto por 14 países incluyendo la participación de la NASA y otras instituciones especializadas en temas de cosmología y astronomía, por el telescopio espacial James Webb. Estas vistas espaciales no son consideradas ni estrellas ni planetas, por lo que podrían representar una nueva categoría astronómica, materia que fue denominada como Objetos Binarios de Masa de Jupiter o “JUMBOS”, objetos que fueron hallados flotando en el espacio sin ninguna estrella alrededor, siendo relativamente jóvenes en temas de astronomía (1 millón de años), este hallazgo se dio en la nebulosa de orión la cual estaría a 1350 años luz de la tierra al sur del cinturón de Orión.
«En el corazón de la nebulosa de Orión, el Telescopio Espacial James Webb (JWST) ha destapado la existencia de los JuMBOs (Jupiter Mass Binary Objects, u Objetos Binarios de Masa Joviana), una serie de entidades celestes que borran las líneas que separan a los planetas de las estrellas» fueron las palabras de Sergio Parra, periodista especializado en temas de ciencia, naturaleza, tecnología y salud.
La brillante nebulosa de Orión
La Nebulosa de Orión (ver fotografía aquí) es una región espectacular de formación estelar ubicada a unos 1,344 años luz de la Tierra, en la constelación de Orión. Esta nube de gas y polvo cósmico es conocida por ser un vivero de estrellas jóvenes y deslumbrantes; es un de las nebulosas más brillantes que existen y que puede ser observada desde la tierra a simple vista, sin embargo con el uso de binoculares o telescopios, se puede observar detalladamente dando lugar a diferenciar posibles colores, este punto luminoso esta ubicado al sur del cinturón de Orión también es denominado M42 en la lista de catálogos de dichos objetos, afirmándose su composición gaseosa el año 1865 por William Huggins mediante una espectroscopia (estudio que se da para develar la cantidad de luz, que absorbe, refleja y despide los cuerpos incandescentes).
¿Qué representa este nuevo hallazgo para la astronomía?
Este descubrimiento representa un hito en la astronomía. Pone de manifiesto la complejidad del cosmos y desafía nuestras definiciones convencionales. Además, plantea preguntas intrigantes sobre cuántos de estos «JUMBOS» podrían estar dispersos por el universo, esperando ser descubiertos.
La existencia de estos cuerpos celestes también tiene implicaciones en la búsqueda de vida en el universo. Al desafiar las clasificaciones tradicionales, nos hace cuestionar qué otros fenómenos cósmicos podríamos estar pasando por alto en nuestra búsqueda de mundos habitables.
Los «JUMBOS» de la Nebulosa de Orión son un recordatorio de que el cosmos sigue siendo un misterio en constante evolución. Su naturaleza esquiva desafía nuestras nociones preconcebidas y abre la puerta a un mundo de posibilidades en la astronomía. A medida que exploramos la Nebulosa de Orión y más allá, quién sabe qué otros enigmas cósmicos aguardan nuestra atención.
