En el noreste de los Estados Unidos, en el área que rodea la montaña boscosa de Glastenbury, existe un misterioso lugar al cual se le conoce como «El triangulo de Bennington«. El sitio está rodeado de muchas historias extrañas de personas que desaparecieron, sin hallarse ninguna explicación. A partir de 1920 se empezaron hablar de misteriosas desapariciones pero fue hasta 1945 donde se reporto que no se sabia nada acerca de 5 personas que se encontraban en el lugar.
Uno de los casos más extraños, por ejemplo, es el de James Tedford. Tedford, un veterano de guerra residente de la casa de retiro para soldados de Bennington estaba regresando al hogar, en autobús, el 1 de diciembre de 1949 luego de haber visitado a su familia por el día de gracias. Muchos testigos, incluyendo al conductor, aseguraron que Tedford se subió al autobús. Pero cuando el autobús llegó a su destino, Tedford había desaparecido. En su asiento simplemente encontraron un folleto con los horarios del autobús que él mismo sujetaba cuando subió al vehículo. Ninguno de los pasajeros lo vio bajar del autobús.
Las desapariciones
Aunque la primera desaparición en el lugar sucedió en 1892, no fue sino hasta el lapso entre 1945 y 1950 que una oleada de desapariciones alertó a la comunidad de Glastenbury. Extrañamente, todos los incidentes ocurrieron entre los meses de octubre, noviembre y diciembre. Middie Rivers, un cazador, desapareció mientras cazaba a lo largo de la Ruta 9 el 12 de noviembre de 1945. Aunque hicieron una búsqueda en el área por varios días, lo único que encontraron fue un cartucho de pistola sin usar de Rivers.
El 12 de octubre de 1950 Paul Jepson, de 8 años de edad, desapareció de la vista de su madre. La mujer lo dejó en su camioneta mientras terminaba otras tareas y cuando regresó el niño no estaba. Su cuerpo nunca se encontró. Sin embargo, perros entrenados rastrearon la esencia del niño hasta el mismo lugar donde Middie Rivers había desaparecido cinco años antes. Dos semanas más tarde, Frieda Jackson desapareció mientras se encontraba haciendo una excursión. El caso de Jackson se diferencia de los demás por el hecho de haber hallado su cuerpo eventualmente, en mayo de 1951. La ubicación del cuerpo fue objeto de muchas discusiones, pues se encontró en un campo abierto, donde la policía ya había revisado anteriormente. ¿Había sido “arrojado” por alguien (o algo) en el lugar? ¿O había aparecido tal cual cómo desapareció? La causa no pudo ser determinada debido al estado de descomposición del cuerpo.
La leyenda del monstruo de Bennington
Existen muchos reportes de avistamientos de ‘una criatura gigante’ en y alrededor del área de El triángulo de Bennington. El más reciente ocurrió en el año 2003, cuando reportes de “una criatura con pelo de la cabeza a los pies” resurgieron. La raíz de este tipo de avistamientos datan de principios del siglo XIX, y la criatura recibió el nombre de ‘Monstruo de Bennington’. La leyenda cuenta que un día lluvioso el año 1800, un carruaje paso a través de las montañas de Glastenbury hasta que el conductor encontró la ruta que hoy en día es conocida como Ruta 9. Eventualmente, una tormenta les impidió continuar su camino y el carruaje se detuvo. El conductor decidió explorar el área y atender a sus caballos y fue entonces que encontró huellas extrañas en el lodo e invitó a sus pasajeros a observarlas. Cuando el grupo se encontraba fuera del carruaje, el caruaje recibió un fuerte golpe y enseguida levantado del suelo y volteado por completo. En frente al asustado grupo se encontraba una criatura grande, cubierta de pelo y con ojos rojos. Dicen que la criatura desapareció sin mayor incidente. La leyenda no lo hizo. Y así nació el Monstruo de Bennington.
Otras teorías
Debido a extrañas luces observadas en los alrededores de la montaña, muchos creían que las desapariciones eran en realidad abducciones y aseguraban haber observado OVNIs en el área.
Algunas tribus locales definían el triángulo de Bennington como el área “donde se encuentran los cuatro vientos”. Su cultura incluso menciona una roca que “se traga cualquier cosa que la pise” ¿podría ser esta la descripción de un portal conectado a otra dimensión? esto explica porque muchos de los desaparecidos no se encontraron nunca. Algunos investigadores de la época incluso sugirieron la existencia de un asesino en serie. Pero debido a las diferencias de edad y sexo entre los desaparecidos, la teoría se descarta, pues no era común que un asesino actuara tan indiscriminadamente al escoger a sus víctimas. Por ahora no se han registrado nuevas desapariciones en el área, pero el misterio de hace 70 años sigue sin resolverse y la población local considera peligrosa el área que rodea las montañas de Glastenbury.