Es necesario considerar cuidadosamente algunos delitos contra la vida al cual califican como «sacrificios humanos», ya que tradicionalmente en la opininon popular son considerados como rituales de magia, se considera que toda la magia antigua gira en torno a este asunto. En particular, todas las religiones de Osiris, los ritos del Dios moribundo, se refieren a esto. El asesinato de Osiris y Adonis; la mutilación de Attis; los cultos de México y Perú, la historia de Hércules o Melcarth; las leyendas de Dionisio y de Mitra, están todas conectadas con esta idea.
En la religión hebrea encontramos lo mismo inculcado. La primera lección ética en la Biblia es que el único sacrificio que agrada al Señor es el sacrificio de sangre; Abel, quien hizo esto, encontró el favor del Señor, mientras que Caín, quien ofreció coles, fue considerado como que dio una ofrenda barata. La idea se repite una y otra vez. Tenemos el sacrificio de la Pascua, siguiendo la historia de que a Abraham se le ordenó sacrificar a su hijo primogénito, con la idea de la sustitución del animal por la vida humana.
La ceremonia anual de las dos cabras se lleva aún a cabo a perpetuidad, volvemos a ver la dominación de esta idea en el romance de Ester, donde Amán y Mardoqueo son las dos cabras o dioses, finalmente, en la presentación del rito de Purim en Palestina, donde Jesús y Barrabás resultaron ser las Cabras en ese año en particular del que escuchamos tanto, sin acuerdo en la fecha.
Sacrificios humanos presentes en la historia
Ya se ha dicho suficiente para demostrar que los sacrificios humanos desde tiempos inmemoriales ha sido la parte más considerada de la magia. La ética de la cosa parece no preocupar a nadie. Tampoco, para decir la verdad, necesitan que lo hagan. Como dice San Pablo: «Sin derramamiento de sangre no hay remisión»; ¿Y quiénes somos nosotros para discutir con san Pablo?
Pero, después de todo eso, está abierto el librepensamiento para cualquiera que tenga una opinión que le guste sobre el tema, o cualquier otro tema, ¡gracias a Dios! Al mismo tiempo, es muy necesario estudiar las cosas, sea lo que sea que hagamos al respecto. Porque nuestra propia ética dependerá naturalmente de nuestra teoría del universo. Si estuviéramos bastante seguros, por ejemplo, de que todos se fueron al cielo cuando murieron, no podría haber ninguna objeción seria al asesinato o al suicidio.
Es reconocido por aquellos que tampoco lo saben, que la tierra no es un lugar tan agradable como el cielo. Sin embargo, hay un misterio oculto en esta teoría del sacrificio sangriento (sacrificios humanos) que es de gran importancia para el aprendiz. La sangre es la vida. Los hindúes explican esta simple afirmación diciendo que la sangre es el principal vehículo del Prana vital. Hay algún motivo para creer que existe una sustancia definida, aún no aislada, cuya presencia hace de todo la diferencia entre materia viva y muerta.
Pasamos con merecido desprecio los experimentos pseudocientíficos que afirman haber establecido que el peso de la vida se perdió en el momento de la muerte, y las afirmaciones no apoyadas de presuntos clarividentes que han visto al alma salir como un vapor de la boca de las personas.
Las experiencias como explorador han convencido al Maestro Therion (Aleister Crowley) de que la carne pierde una parte notable de su valor nutritivo a los pocos minutos de la muerte del animal y que esta pérdida avanza con una rapidez cada vez menor a medida que pasa el tiempo, obviamente Crowley era participe de sacrificios humanos.
Además, generalmente se admite que los alimentos vivos, como las ostras, son la forma de energía más rápidamente asimilable y más concentrada. Los experimentos de laboratorio en valores de alimentos parecen ser casi inútiles. El testimonio general de la humanidad aparece como una guía más segura.
Sería imprudente condenar como irracional la práctica de aquellos salvajes que arrancan el corazón y el hígado de un adversario, y los devoran mientras aún están calientes. En cualquier caso, fue la teoría de los magos antiguos, que cualquier ser vivo es un depósito de energía que varía en cantidad según el tamaño y la salud del animal, y en calidad según su carácter mental y moral. A la muerte del animal esta energía se libera repentinamente.
Por lo tanto, el animal debe matarse dentro del Círculo, o el Triángulo, según sea el caso, para que su energía no pueda escapar. Se debe seleccionar un animal cuya naturaleza concuerde con la de la ceremonia; por lo tanto, al sacrificar a un cordero no se obtendría ninguna cantidad apreciable de la energía feroz útil para un mago que invocaba a Marte.
En tal caso (de los sacrificios humanos), un carnero sería más adecuado. Y este carnero debería ser virgen: el potencial total de su energía total original no debería haberse disminuido de ninguna manera. Para el trabajo espiritual más elevado, en consecuencia, uno debe elegir a la víctima que contiene la fuerza más grande y más pura. Un niño varón de perfecta inocencia y alta inteligencia es la víctima más satisfactoria y adecuada.
Para evocaciones sería más conveniente colocar la sangre de la víctima en el Triángulo; la idea es que el espíritu pueda obtener de la sangre esta sustancia sutil pero física que fue la quintaesencia de su vida de tal manera que Permitir que tome una forma visible y tangible.
Aquellos magos que se oponen al uso de la sangre han tratado de reemplazarlo con incienso. Para tal fin, el incienso de Abramelin puede quemarse en grandes cantidades. Dittany de Creta es también un medio valioso. Ambos inciensos son de naturaleza muy católica y adecuados para casi cualquier materialización. Pero el sacrificio sangriento, aunque más peligroso, es más eficaz; y para casi todos los propósitos, el sacrificio humano es el mejor. El verdadero gran Mago podrá usar su propia sangre, o posiblemente la de un discípulo, y eso sin sacrificar la vida física de manera irrevocable.
Agregaremos un poco más sobre este tema. Hay una operación mágica de máxima importancia: la Iniciación de un Nuevo Eón. Cuando se hace necesario pronunciar una palabra, todo el planeta debe estar bañado en sangre. Antes de que el hombre esté listo para aceptar la Ley de Thelema, debe pelearse la Gran Guerra. Este sangriento sacrificio es el punto crítico de la ceremonia mundial de la proclamación de Horus, el niño coronado y conquistador, como Señor del Eón.
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Aleister Crowley
Todo este asunto está profetizado en el propio Libro de la Ley de Aleister Crowley
Hay otro sacrificio con respecto al cual los adeptos siempre han mantenido el más profundo secreto. Es el misterio supremo de la magia práctica. Su nombre es la Fórmula de la Cruz Rosada. En este caso, la víctima es siempre, en cierto sentido, el mago mismo, y el sacrificio debe coincidir con el enunciado del nombre más sublime y secreto del Dios a quien desea invocar.
Realizado correctamente, nunca deja de tener efecto. Pero es difícil para el principiante hacerlo satisfactoriamente, porque es un gran esfuerzo para que la mente permanezca concentrada en el propósito de la ceremonia. La superación de esta dificultad presta la ayuda más poderosa al Mago.
Es imprudente que lo intente hasta que haya recibido una iniciación regular en la verdadera Orden de la Cruz Rosada, y debe haber tomado los votos con la mayor comprensión y experiencia de su significado. También es extremadamente deseable que haya alcanzado un grado absoluto de emancipación moral, y esa pureza de espíritu que resulta de una perfecta comprensión de las diferencias y armonías de los planos sobre el Árbol de la Vida.
Por esta razón, FRATER PERDURABO nunca se ha atrevido a usar esta fórmula de una manera totalmente ceremonial, salvo una sola vez, en una ocasión de tremenda importancia, cuando, de hecho, no fue Él quien hizo la ofrenda, sino UNO en Él. Porque percibió un grave defecto en su carácter moral que pudo superar en el plano intelectual, pero no hasta ahora en los planos superiores. Antes de la conclusión de escribir este libro lo habrá hecho.
Los detalles prácticos del Sacrificio Sangriento se pueden estudiar en varios manuales etnológicos, pero las conclusiones generales se resumen en la «Faja de oro» de Frazer, que se recomienda encarecidamente al lector. Los detalles ceremoniales reales también pueden dejarse experimentar. El método de matar es prácticamente uniforme. El animal debe ser apuñalado en el corazón, o su garganta cortada, en cualquier caso por el cuchillo.
Todos los otros métodos de matar son menos eficaces; Incluso en el caso de la crucifixión, la muerte se da por apuñalamiento. Se puede observar que los animales de sangre caliente solo se usan como víctimas: con dos excepciones principales. La primera es la serpiente, que solo se usa en un Ritual muy especial; El segundo los escarabajos mágicos de liber legis.
La mano cornuda El mago puede ser fácilmente abrumado y obsesionado por la fuerza que ha soltado; entonces probablemente se manifestará en su forma más baja y objetable. La espiritualidad de propósito más intensa es absolutamente esencial para la seguridad. En las evocaciones, el peligro no es tan grande, ya que el Círculo forma una protección. El círculo debe estar protegido, no solo por los nombres de Dios y las Invocaciones, sino por un largo hábito de defensa exitosa.
Si eres fácilmente perturbado o alarmado, o si aún no has superado la tendencia de la mente a vagar, no es aconsejable que realices el «Sacrificio Sangriento». Sin embargo, no se debe olvidar esto y ese otro arte al que nos hemos atrevido a insinuar. Estas son las fórmulas supremas de la Magia Práctica. En No Autorizado esperamos encarecidamente que no tenga problemas con este artículos si no comprende realmente su significado.
