‘La obra escocesa’ y ‘La obra del bardo’ son los eufemismos que usan los actores de teatro para referirse a Macbeth, la obra trágica de William Shakespeare. Existe una creencia de los actores sobre un misterio que rodea a la obra, la llamada “la maldición escocesa”. Según señalan, el decir el nombre ‘Macbeth’ dentro de un teatro puede causar desastres.
El éxito o el fracaso en el mundo teatral pueden ser influenciado por muchos factores intangibles e impredecibles, por lo que no es sorpresa que los actores mantengan una larga lista de supersticiones que son tomadas muy en serio. La más común es decir “rómpete una pierna” en lugar de “buena suerte” antes de una puesta en escena.
En el caso de Macbeth, por ejemplo, está prohibido mencionar el título de la obra, a menos que sea en un ensayo o la puesta en escena. Por supuesto que los actores a veces cometen el error de hacerlo, por lo que existen varios “remedios” para sacudirse la mala suerte que incluyen: abandonar el lugar, darle la vuelta tres veces, maldecir, escupir por encima del hombro izquierdo y esperar a ser invitado de vuelta al interior del recinto.
Advertencia fuera del Teatro Barrymore en New York: no mencione el nombre de la obra que está a punto de ver
Otra de las creencias es que la obra en sí trae mala suerte al elenco y equipo general que la integran. De hecho, muchas producciones de Macbeth han pasado por circunstancias desafortunadas antes y durante su ejecución.
El nacimiento de la leyenda
Las tres brujas
Mucho se ha dicho sobre el origen de la maldición de Macbeth. Algunos aseguran que todo se debe a que Shakespeare usó magia negra real dentro de la obra y esto hizo enfurecer a algunas brujas que asistieron al estreno. Otra historia cuenta que el encargado de escenografía no pudo encontrar un caldero y robó uno a un aquelarre real de brujas. En ambas versiones, las brujas lanzaron una maldición que afectaría las futuras producciones de la obra.
De hecho, hay quienes creen que al romper el taboo y mencionar el nombre de la obra, se invoca a los espíritus de las tres brujas y son estas quienes desatan una serie de eventos desafortunados. Varios reportes indican también que incluir el personaje de Hécate intensifica la mala suerte.
Una de las hipótesis más famosas es que el mismo Shakespeare maldijo la obra para impedir que otra persona la dirigiera. También se dice que cuando el autor se enteró que el Rey James I, cuyo origen escocés Shakespeare trataba de resaltar en la obra, no disfrutó de su estreno, el autor se sintió decepcionado y empezó a llamar ‘la obra escocesa’ a su propia creación.
Muertes y extraños eventos relacionados con Macbeth
John Gieuld como Macbeth, 1942
- En la primera producción de Macbeth, en 1606, el actor que interpretaría el papel de Lady Macbeth, sufrió de una alta fiebre y murió en los camerinos.
- En 1672, en una presentación de la obra en Amsterdan, el actor que tenía el rol de Macbeth sustituyó la daga falsa por una real y asesinó al actor que hacía el papel de Duncan, frente a toda una audiencia.
- Varias actrices que han interpretado el papel de Lady Macbeth también han sido víctimas de la maldición. En 1775, Sarah Siddons casi fue linchada por la audiencia. En 1926, Sybil Thorndike casi fue estrangulada por otro de los actores. Y en 1948, Diana Wynyard decidió hacer la escena donde Lady Macbeth camina dormida, con los ojos cerrados, lo que hizo que cayera del escenario, a casi 5 metros de altura.
- A mitad de 1800, dos actores rivales (William Macready de Inglaterra y Edwin Forrest de EE.UU) organizaron producciones rivales, de manera que en Mayo ambos estarían estrenando Macbeth en Nueva York. Un grupo de fans de Forrest lanzó frutas y sillas a Macready durante su presentación, interrumpiendo la obra y causando un gran disturbio. La milicia fue llamada y dispararon contra la multitud; 25 personas murieron y más de 120 sufrieron heridas graves.
La representación con más sucesos insólitos.
- Una versión de la obra con John Gielgud como Macbeth sostiene el record de extraños acontecimientos. La actriz que representaba la tercera bruja enfermó y murió de un paro cardíaco en el ensayo final de la obra. El actor del Rey Duncan murió de y el diseñador de escenografía se suicidó.
- Durante una puesta en escena de la obra en 1947 el actor Harold Norman fue apuñaleado durante la pelea final de espadas del acto 5 y falleció tras una infección de la herida. Se dice que su fantasma aparece el Teatro Coliseo en Oldham, donde tuvo lugar el incidente.
- En 1953 durante una presentación al aire libre en Bermuda, mientras se llevaba a cabo un ataque muy realista del castillo de Macbeth, una ráfaga de viento arrastró las llamas y el humo hasta la audiencia, quienes pudieron escapar a salvo. Charlton Heston, el actor principal, sufrió graves quemaduras en los muslos su ropa había sido rociada “accidentalmente” con kerosene.
- En el año 2001 la Compañía Shakespeare de Cambridge realizó la obra y esto resultó en varios pequeños incovenientes: Macduff con la espalda lastimada, Lady Macbeth con una herida en la cabeza, Ross con un dedo fracturado y un set destruido cuando dos árboles cayeron sobre el mismo.
La sangre trasciende la puesta en escena
Existen muchas más anécdotas, todas provienen tanto de pequeñas como grandes compañías teatrales. Compañías que han experimentado lo que implica llevar una obra como Macbeth a la vida.
Es una obra que de por sí está llena de sangre, violencia y caos; en ella se presentan fantasmas, asesinatos y fenómenos de carácter oscuro y enigmático. Cada actor y actriz que ha sido parte del elenco tiene una historia que contar, y así la maldición continua pasando de generación en generación, alimentando cada vez más la mala reputación de Macbeth.
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