Entre los rankings más detestados del mundo, se encuentra aquel que no solo da cuenta de la inmundicia en la que puede vivir el ser humano, sino de la violencia que radica en algunos países, en esta oportunidad haremos un ranking de las cárceles más peligrosas del mundo.
Las prisiones en América Latina han tomado un carácter de inframundo, convirtiéndose en sitios olvidados por la ley civil, para ser tomados por “la ley de la vida”, donde el pez grande hace y deshace a costa de los más chicos. Y es que en el nuevo mundo la falta de planificación presidiaria, aunada a la creciente oleada de crímenes que azota a varias poblaciones, parece haberse convertido en la idiosincrasia de todos los gobiernos.
Ranking de las cárceles mas peligrosas del mundo
El hacinamiento, la propagación de enfermedades de transmisión sexual, el contrabando de armas, la drogadicción y la corrupción establecen los parámetros sobre los cuales se construyen la mayoría de cárceles en Latinoamérica. Una realidad de la que ningún ciudadano quiere holgarse, porque representa un cúmulo de personas que, quiéralo o no, hacen parte del mismo gentilicio por el que tanto orgullo siente. A continuación detallaremos las carceles mas peligrosas del mundo.
Pedrinhas: la sede el infierno en Brasil
En Maranhão se encuentra el reclusorio penal más grande del país carioca, con una población que supera los 600.000 reos; a pesar, de que la institución fue construida para albergar solo a 377.000 personas. En total, el porcentaje de ocupación alcanza una media de 160%, número que da prueba manifiesta de que el hacinamiento es la principal causa de violencia dentro de la muralla carcelaria. Los presos viven en lucha constante por la alimentación, pues la sobrepoblación afecta irremediablemente el flujo de comida, lo que la convierte en una de las carceles mas peligrosas de America y el mundo.
Como es lógico, quien maneja los alimentos, maneja el poder. Dentro, los reclusos que ascienden a “jefe”, portan llaveros que les fueron vendidos por los mismos guardias de seguridad que supuestamente deberían mantener el orden. Sin embargo, la realidad dista mucho de la lógica, pues estos actos corruptos son los principales desencadenantes de la violencia, no solo al darle poder, a través de las llaves, a un grupo pequeño de reos que pueden acceder a un número significativos de zonas que la mayoría no puede, sino porque también se prestan para el contrabando de armas y drogas; incluso, facilitando actividades criminales como el secuestro.
Las escenas de decapitaciones son el pan de cada día en Pedrinhas. Esa es una de las maneras que encuentran los “jefes” para mantener a raya cualquier intento de rebelión por parte de otros reclusos. No obstante, debido a la lucha constante dentro del penal, las confrontaciones son cotidianas, pues siempre nuevos reos que pretenden llevar la batuta del lugar. La cifra de presos en el país futbolero ha superado el 500% en los últimos 25 años, y sigue en aumento.
Sabaneta: la casa de la violencia en Venezuela
La Cárcel Nacional de Maracaibo, en el estado Zulia, tuvo el desafortunado sitial de honor de ser la cárcel más peligrosa de Latinoamérica durante los últimos años de su existencia. Allí se llevó a cabo una significativa cantidad de desgracias, cuyos resultados no era menos sino muertos y heridos por doquier. El principal problema que presentaba Sabaneta, tal cual el penal de Pedrinha, era el hacinamiento. Allí la sobrepoblación llegó, para 2010, a superar el 200%. Con lo cual la lucha por dominar las tres zonas más importantes de la penitenciaria era el objetivo de todos los “pranes”, término adjudicado a los presos de mayor jerarquía.
Incidente que motivó la clausura del penal
Fue a mediados del mes de septiembre, cuando sucedió la masacre más importante del reclusorio, dejando atrás incluso el incidente de 1994, donde fallecieron 108 reclusos. La diferencia radica en que este nuevo suceso, fue ciento de veces más sangriento, y conmocionó tanto a la prensa nacional como a la internacional, sacando a la luz pública los ejercicios malévolos que se llevaban en la penitenciaria. En esa oportunidad murieron 16 personas, por órdenes de “El mocho Edwin”, el pran más temido del país.
Las investigaciones dieron cuenta de lo sucedido, resultando que el conflicto se había fomentado entre El Mocho y otro pran llamado Ric; ambos luchaban por adueñarse de todas las zonas de la penal. Edwin fue el victorioso. Según las experticias, a Ric se le sustrajo el corazón, a otros dos secuaces de Ric les sacaron los ojos y el resto de los cuerpos fueron picados y repartidos por todo el penal, como muestra de superioridad por pate de los vencedores. Menos de 48 horas después las autoridades venezolanas se apersonaron, trasladaron a los reos a otro penal y clausuraron el recinto.
Los problemas de hacinamiento en el país caribeño siguen en boga, con cifras que revelan una sobrepoblación en los retenes sobre el 130%, aunque estos números difieren de los entregados por las autoridades venezolanas, quienes se regocijan de poseer uno de los mejores dictámenes presidiarios en el continente. Desafortunadamente, esos reportes difieren en demasía con los hechos violentos que continuamente ocurren en dichas cárceles.
También te puede interesar: Beth Thomas, la niña psicópata.
Colina II: la morada de los reclusos más peligrosos de Chile
Las columnas de este penal están erigidas en la Zona Metropolitana de la capital chilena. A diferencia de las dos anteriores, el hacinamiento no es el principal argumento por el cual la violencia dentro del retén es tan significativa, sino las constantes riñas que existen entre miles de reos con antecedentes de violencia desbordada. A esto se le suma la propagación de enfermedades como el VIH. Curiosamente, aquí la corrupción y el tráfico de armas no es el común, pues los gendarmes chilenos mantienen, en su mayoría, una postura decente, muy apegada a sus deberes como vigilantes del orden en el penal.
Por otra parte, el ingenio de los reclusos para construir armar es impresionante. Se abastecen de cualquier instrumento con el que puedan crear un objeto corto-punzante, inhabilitando camas, ventanas, muebles y todo aquello que pueda proveerles algo de seguridad en sus propias manos. Al no tener acceso a armas de fuego, el número de asesinatos no es muy alto, pero los heridos atiborran semanalmente la sala ambulatoria. Quienes sobreviven a las riñas, suelen aproximarse a los galenos apuñalados y con cortaduras de graves.
El detonante principal de la violencia
Según la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios, el problema radica en la falta de personal capacitado para detener los actos violentos. En sus reportes señalan que diariamente hay un máximo de tres gendarmes que dividen sus ocupaciones entre más de 200 reos, lo que hace casi imposible mantener el orden. En el mismo sentido, las investigaciones señalan que estas riñas entre reclusos se dan al menos tres veces por semana, durante las cuales se promedia de cinco a seis heridos por confrontación.
El gobierno de Chile ha transformado, paulatinamente, ciertos lineamientos de la vida carcelaria en Colina II. Las facilidades de estudio de algunos oficios han incrementado y una mayor cantidad de reos se ha sumado a ejercicios culturales y deportivos. Sin embargo, esto aún no es suficiente, pues las confrontaciones siguen sin darse abasto, como si las actividades extra criminales no fuesen suficiente para transformar la mentalidad de los imputados.