¿Las sirenas son reales? Un grupo de científicos ha llegado a la conclusión de que hay suficiente material que apunta que si existen seres con estas características. Viven en mares y océanos del mundo. Los relatos e imágenes desde la antigüedad sobre estas criaturas con cuerpo de mujer y cola de pescado, cobran valor con pruebas que podrían cambiar la historia para siempre. La verdad sobre las sirenas y el modo en el que has venido imaginándote a este grupo de seres mitológicos, puede ser muy cierta.
El portal web “el canal de la fauna”, publicó una investigación de científicos acerca de la posible existencia de las sirenas. Fue complementada con imágenes generadas por computadoras que permitieron esclarecer el mito sobre estos seres. Las sirenas son personajes de la mitología griega, pero siempre han existido dudas con relación a su existencia real, por lo que son producto de constantes investigaciones para constatar la verdad sobre ellas.
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En un documental llamado “sirenas”, Animal Planet asegura que existen grandes posibilidades de que el mito sea verdad. Durante dos horas, el conocido canal combino algunas imágenes generadas por computadora, lecciones de historia de la fauna y dramatizaciones del trabajo del biólogo marino de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, Brian McCormick.
El biólogo cuestiona el hecho de que un animal pueda evolucionar hasta un punto en el que desarrolle en su fisiología, con características humanas combinadas con la de especies acuáticas. Esto deja abierta la puerta para los que creen en la existencia de seres muy parecidos a las sirenas que conocemos de los cuentos fantásticos
La verdad sobre las sirenas: origen
No existe claridad en el origen exacto de las sirenas. Según la leyenda, la primera mujer con estas características, fue Atargatis, conocida diosa de la luna, de la fecundidad y el amor. Atargatis (perseguida por Mopsos) se sumergió en el lago Ascalón con su hijo, y se salvó gracias a su cola de pez.
A su vez, esta historia se ha confundido con la de la Diosa Derceto, que se arrojó a las aguas del lago Ascalón, después de haber asesinado a uno de sus sacerdotes y posteriormente abandonar a la hija de ambos en el desierto. A raíz de esto, Derceto recibió la cola de pez como símbolo de su pecado, y su hija, criada por las palomas, se convirtió en Semíramis, reina de Babilonia.
Existe una tercera semejanza en el origen de las sirenas y podemos encontrarlas con las sirenas en la diosa Afrodita, hija del semen de Zeus convertido en espuma de mar, que fue diosa del amor y protectora de los marinos. Su espejo ha sido heredado por toda la estirpe de sirenas.
Para la gran mayoría de los sabios, las sirenas tienen por padre a Aqueloo, un río personificado en figura de hombre con cola de pez. En cuanto a la madre, la confusión crece: puede ser la diosa de la memoria, o alguna de sus hijas, las musas.
Aterradores ejemplos sobre Las sirenas
Sirena japonesa – Ningyo
Las Ningyo son conocidas también como sirenas japonesas. Están cubiertas de escamas doradas y tienen una voz muy suave, parecida al sonido de una flauta. Cuentan que su carne es muy rica y le da la eterna juventud a quien la coma. Traen mala suerte, si quedase atrapada en redes o fuese capturada y no la liberasen. Esto desataría grandes tormentas y tsunamis, capaces de destruir todo.
La sirena GUAM
La sirena Guam
Es una de las leyendas más populares del océano pacífico. Cuenta la historia de una familia que vivía en la ciudad de Hagatna, Guam. Ellos tenían magia corriendo por sus venas y todo lo que decían se convertía en realidad
En esa familia, nació una niña llamada Sirena, que amaba nadar. Se la pasaba todo el día jugando y nadando en el río Hagatna. Estaba tan obsesionada por el agua, que aunque su madre le pidió que hiciera algo urgente para ella, la pequeña lo olvidó y siguió en el rio durante horas.
Mientras su madre esperaba impaciente que la pequeña Sirena volviera, ella sabía que su hija estaba jugando en el agua, lo que para ella significaba “perder el tiempo”, ignorando completamente sus órdenes.
Muy molesta y preocupada por su hija, la madre -por las venas de la cual también corría la magia- exclamó:
“¡YA QUE SIRENA AMA EL AGUA TANTO, SEGURAMENTE PODRÍA CONVERTIRSE EN PEZ!”
La abuela de la pequeña, que estaba de visita y era consciente del poder que escondían esas palabras, trató de contrarrestarlas:
“DEJA QUE LA PARTE DE ELLA QUE ME PERTENECE PERMANEZCA HUMANA.”
A partir de allí, la pequeña Sirena comenzó a notar como su cuerpo cambiaba a tal punto de convertirse en una “sirena”, haciendo gala de su nombre.
LA MELUSINA DE FRANCIA
Las Sirenas y Starbucks
Es un hada, mitad mujer y mitad serpiente, maldita por su madre, el hada pressina, por haber encerrado a su padre en una cueva. La melusina se convertía a su forma de humana y serpiente los sábados. No podría ser vista por su marido, con el que tuvo 10 hijos con deformidades. El logo de la reconocida marca de café, Starbucks, es inspirado en esta hada.
Peligro del canto de las sirenas
Si hay un rasgo que define a este ser fascinante, es sin duda, el gran poder de seducción que se le atribuye a su voz. El primero en relatar esa terrible cualidad fue Homero, en su célebre libro de La Odisea. Las describe como criaturas que “hechizan a todos los hombres que se acercan a ellas”.
Esas voces eran lo que popularmente se conocía como el canto de las sirenas, algo que se ha convertido en una terrible amenaza a evitar por los marineros, en especial los de la Antigüedad durante sus navegaciones.
En junio de 1608, el capitán británico Henry Hudson, tomo unos apuntes en su libreta de travesías y escribió: “Hoy por la mañana, dos marineros de nuestra tripulación vieron una sirena. Thomas Hilles y Robert Haynar la describieron como una mujer de cuerpo grande (como el de un hombre), espalda de mujer, senos, piel pálida, cabello largo y negro, y una cola de delfín”.