Entre los mitos y leyendas asociados con el mundo marítimo, una de las figuras recurrentes suelen ser las sirenas.
Han estado presentes en las creencias del mundo por milenios e incluso se pueden rastrear en textos que datan de la era pre-cristiana en la mitología griega. Su representación más común las describe como hermosas y seductoras mujeres, que de la cintura para abajo tienen una cola de pescado en lugar de piernas.
Las leyendas cuentan que el canto de las sirenas es la perdición de los marineros que vagan por los mares, pues les aturden los sentidos y los atraen a su propia muerte. Existen infinidad de historias de navegantes que aseguran haber tenido encuentros con sirenas, muchos de ellos habrían sucumbido ante sus irresistibles encantos, mientras que otros pudieron resistirse y sobrevivir.
Incluso durante el siglo XX, se llegaron a reportar avistamientos de estas criaturas acuáticas. Aunque no existe una evidencia contundente que compruebe su existencia, la posibilidad de que el mito de las sirenas se compruebe permanece abierta dentro de la creencia popular.
Las sirenas en la mitología griega
En la mitología clásica se pueden rastrear los orígenes de las sirenas. De los textos que se conservan hasta nuestros días, las primeras menciones a estas criaturas míticas están en La Odisea de Homero. Allí, se describe a las seductoras sirenas tentando a Ulises y a su tripulación con su canto, mientras estos tratan de resistir. De hecho sobreviven gracias a que Ulises se hace atar al mástil de su embarcación, mientras que sus acompañantes usan tapones en los oídos.
Según la mitología griega, Océano, hijo del cielo y de la tierra, se casa con su hermana Tethys. Posterior a esta unión, surgen varios hijos como Doris, Aqueleo, Nereo y las oceánidas que poblaron los mares. Posteriormente, los hermanos Nereo y Doris, la de hermosos cabellos, procrearon nereidas, también conocidas como ninfas del Mediterráneo y ninfas del mar Negro, entre las que figura Tetis, madre del héroe griego Aquiles.
Las nereidas fueron retratadas como mujeres de una belleza excepcional, usualmente desnudas o semidesnudas, siempre vinculadas al mundo marino. En representaciones posteriores de los poetas fueron surgiendo las mujeres con cola de pescado, que se corresponden con la imagen actual que tenemos de las sirenas. También surgió la representación de los tritones, hombres marinos con cola de pescado y largos cabellos, hijos de Neptuno y la nereida Anfirite.
Avistamientos de sirenas
A través de los tiempos, distintos navegantes han asegurado haber sostenido encuentros con las míticas criaturas de las profundidades. Uno de los testimonios de mayor impacto fue el del explorador Cristóbal Colón. Producto de sus múltiples viajes, escribió en su diario (1492-93) haber visto con sus propios ojos a tres sirenas. Dijo que, contrario a la creencia difundida, estas sirenas no eran tan hermosas y de hecho sus rasgos eran más bien masculinos.
Historiadores de la antigüedad, como Plinio, no dan crédito a la existencia de las sirenas. Éste afirma: “No creo en las sirenas, aunque Dinon, padre de Clearco, autor célebre, asegura que existían en la India y que seducían a los hombres con sus cantos a fin de cortarlos en pedazos así que se dormían.” También asegura que los supuestos avistamientos de sirenas habrían estado generados por la confusión con otras criaturas marinas, como manatíes por ejemplo.
La sirena de Buxton
En el siglo XIX tuvo lugar un hallazgo que conmocionó al mundo: se encontró el cadáver de una sirena. Esto vendría a corroborar la existencia de estas mitológicas criaturas acuáticas que por años habían sido rastreadas por los estudiosos. El cadáver fue preservado cuidadosamente por los investigadores y hombres de la ciencia, al tiempo que la población creía haber hallado prueba de la existencia de las misteriosas criaturas marinas.
Las expectativas se desplomaron cuando un equipo de científicos de la Universidad de Lincoln comenzó a analizar el cadáver y realizó pruebas de ADN. Entonces se confirmó que distintas partes de especies conocidas habían sido utilizadas para armar el cadáver falso, que incluía cabello humano. Hasta el momento la sirena de Buxton representa una de las falsificaciones más reales que se han hecho sobre criaturas del mar.
Los taxidermistas de todos los tiempos jugaron un papel muy importante en la creación de falsos cadáveres de sirenas y tritones. Valiéndose de sus conocimientos científicos, crearon muestras convincentes a fin de lucrarse o divertirse. Por supuesto, antaño no se contaba con los avances científicos de hoy en día y reinaban las supersticiones entre la población. Por lo tanto, no es sorpresa que se le diera mucho crédito a este tipo de creaciones.
Las sirenas en la cultura popular
- En La leyenda de Jasón y los Argonautas: Producto del encanto de las sirenas, los argonautas estaban a punto de encallar en los sirenum scopuli, lugar donde éstas habitaban. Sin embargo, Orfeo logró salvarlos del desastre opacando la seductora música de las sirenas con su propio canto, lo que sacó a los argonautas del trance. Derrotadas, las sirenas se arrojaron al mar y se transformaron en piedra.
- Las mil y una noches: Las sirenas son representadas físicamente similares a los humanos, con una belleza seductora y poseen la habilidad de respirar y vivir sumergidas en el agua. Incluso la reproducción entre humanos y sirenas es posible, por lo que procrean hijos que también pueden respirar y vivir en las profundidades del mar. Allí, se encuentra toda una sociedad marítima, especie de reflejo invertido de la sociedad terrestre.
- Novela «La sirenita»: es quizás una de las ficciones más difundidas con base en la leyenda de las sirenas. El relato clásico de Hans Christian Andersen nos presenta un personaje capaz de comunicarse con los hombres, que se enamora de un mortal y lo salva de un naufragio inminente. Producto de este amor, la sirenita pacta con la bruja del mar para hacerse humana y poder vivir su romance.
El trágico final en la historia real de “la sirenita”
Contrario a la suavización planteada en la versión de Disney, el relato original cuenta cómo la sirenita obtiene piernas y pies, que le ocasionan un dolor insoportable con cada paso, al tiempo que recae sobre ella una maldición. Si el príncipe llega a casarse con otra mujer, la sirenita morirá y se convertirá en espuma. Además, la bruja le corta la lengua para obtener su bella voz, como parte del trato.
Aunque brevemente se da el idilio amoroso de la sirenita, el príncipe se casa con otra princesa. Ella sólo podría salvarse de la muerte matando al príncipe con un cuchillo mágico y regando la sangre en sus piernas. Sin embargo, aferrándose a su amor, elige transformarse en espuma antes que quitarle la vida a su amado. Finalmente se convierte en hija del aire y consigue un alma inmortal, gracias a su bondad.
La Sirenita, película animada de Disney