Las tumbas y los cementerios son espeluznantes por naturaleza. El misterio de Barbados. Incluso los más cuidados y limpios llevan consigo un aire intangible de muerte y deterioro. Son recordatorios de nuestra mortalidad y de donde terminaremos algún día, después de que hayamos desechado nuestro traje mortal. Estos lugares son aún más fantasmagóricos cuando son testigos de eventos inexplicables. Uno de los casos más extraños, ocurrió en el paraíso caribeño de Barbados.
Barbados es una isla en las Antillas Menores al sur del Mar Caribe, conocida como un paraíso tropical, paradisíaco, muy popular entre los turistas y los viajeros a bordo de cruceros. Pero también es conocida por la historia de una misteriosa cripta, que se hizo famosa por los extraños fenómenos asociados con ella.
A principios del siglo XIX, la cripta de la familia Chase en el cementerio de la iglesia de Cristo de Barbados, ganó la atención de muchos por la actividad paranormal que se desarrollaba en su interior y desde entonces se ha convertido en uno de los misterios más enigmáticos de la isla.
La cripta de la familia Chase es una bóveda sepulcral situada en una colina con vista al Caribe en la entrada del cementerio de la iglesia de Cristo; un cementerio colonial que está cerca del pueblo de Oistin. La bóveda fue construida medio hundida en el suelo y está formada por bloques compactados de coral y concreto. Para entrar a la cripta hay que descender unos escalones de piedra y la misma está sellada con una enorme losa de mármol azul que requiere de al menos 6 o 7 hombres para moverla.
La familia Chase
La cripta fue originalmente construida para James Elliot en 1724 y ya estaba vieja y deteriorada por el tiempo y el aire salado cuando fue comprada en el año 1808 por la familia Chase de Barbados. El propietario original, James Elliot, nunca estuvo enterrado dentro de la bóveda y en el momento de la compra sólo un cuerpo había sido enterrado en el lugar, el de Thomasina Goddard, que murió en 1807.
El jefe de la familia, Coronel Thomas Chase, decidió no perturbar el cuerpo de Goddard y le permitió permanecer dentro de la cripta. Pero Goddard no permanecería sola dentro de la tumba por mucho tiempo. En 1808, Mary-Anne Chase murió siendo una niña, y fue enterrada en la bóveda en un ataúd de plomo pesado.
En un trágico y siniestro giro de los acontecimientos, la hermana de Mary-Anne, Dorcas Chase, murió en circunstancias misteriosas 4 años después. Se dice que el abuso y la crueldad de su padre la habían llevado a suicidarse. Dorcas también fue enterrada dentro de la bóveda en un ataúd del mismo material.
En agosto de 1812, apenas un mes después de la muerte de su hija, Dorcas, Thomas Chase falleció. La causa de su muerte también fue suicidio. El cuerpo de Thomas Chase se unió a los de sus dos hijas dentro de la cripta cuando fue enterrado en un ataúd de metal que supuestamente pesaba alrededor de 110 kilogramos y para el que se necesitaban ocho hombres para arrastrarlo y ponerlo en su lugar.
El inicio de la actividad paranormal
El gráfico que muestra cómo fueron colocados los ataúdes y como los encontraron
De acuerdo a varios reportes, fue durante el entierro de Thomas Chase que la actividad paranormal empezó a manifestarse en la cripta. Luego de mover la enorme losa de mármol para introducir el ataúd de Thomas, se descubrió que en algún punto el ataúd de Dorcas se había movido misteriosamente. Estaba de pie y boca abajo contra una de las paredes. El ataúd de la niña también se había movido contra la pared.
Nadie pudo encontrar una explicación sobre quién o cómo habían movido los pesados ataúdes hasta poner de pie uno por completo, sobretodo porque nadie había entrado en la cripta luego de la muerte de Dorcas. Además, los cuerpos no habían sido molestados y nada fue robado. El incidente se adjudicó a vándalos, los ataúdes fueron puestos en sus posiciones originales y la cripta fue sellada nuevamente.
El extraño acontecimiento fue olvidado hasta 1816, cuando murió Charles Brewster Ames, de 11 años. Una vez más, al abrir la tumba, todos los ataúdes, incluido el enorme de Thomas Chase, estaban colocados al azar alrededor del lugar como si hubieran sido arrojados como juguetes. Como antes, no había señales de alteración en la gran losa de mármol de la entrada. Varios hombres desconcertados pusieron los ataúdes de nuevo en sus lugares y volvieron a sellar la tumba.
La historia comenzó a tomar fuerza entre la población. Circularon rumores de magia negra y fantasmas. Se dijo que la tumba estaba maldita. Muchos relatos de supuestos testigos surgieron. Una de esas historias fue la de una mujer a caballo que oyó gritos amenazadores y gemidos que emanaban de la tumba al pasar. Su caballo entró en un pánico, y por poco tira a la mujer al suelo.
Sin descanso eterno
La cripta fue abierta dos veces más. Una vez en 1816 por Samuel Brewster y otra en 1819 por Thomasina Clark, y ambas veces se encontraron los féretros desordenados, movidos drásticamente de sus posiciones originales.
En todas las ocasiones, el único ataúd que permanecía intacto y en su posición original era el humilde ataúd de madera de la ocupante original de la bóveda, Thomasina Goddard. El frágil ataúd de madera no sólo había permanecido en su lugar, sino que los pesados cajones de plomo que lo rodeaban no le habían causado ningún daño al moverse.
El fenómeno llamó la atención del entonces gobernador de Barbados, Lord Combermere, que había estado presente en el funeral de Clark y había presenciado la extraña ocurrencia por sí mismo. El hombre ordenó una inspección minuciosa y extensa de la cripta para buscar cualquier evidencia que explicara los extraños sucesos, pero no pudieron encontrar ni una pista sobre lo que estaba ocurriendo en el lugar.
Después de la inspección, los féretros desplazados fueron movidos a sus posiciones originales con gran esfuerzo y se tomaron medidas para asegurar que tal cosa no volviera a ocurrir. El gobernador hizo que la losa de mármol fuera sellada completamente con mortero y además puso impresiones de su sello en el cemento húmedo como advertencia a los vándalos.
Como medida adicional de precaución, se esparció una fina arena blanca en el suelo de la cripta para captar huellas en caso de que alguien irrumpiera en el lugar.
La cripta es abierta una vez más
Cuando pasaron ocho meses, la curiosidad del gobernador lo superó y ordenó que se volviera a abrir la bóveda. Cuando llegó con un grupo de hombres a la tumba, se sintió aliviado al ver que el sello de mortero estaba intacto y no había señales de irrupción alguna. Satisfecho de que nadie hubiera entrado, una especie de curiosidad macabra obligó al gobernador a abrir de todos modos la bóveda.
Se abren una vez más las tumbas
Inmediatamente, se hizo evidente que algo andaba mal. Curiosamente, el ataúd de Thomas Chase había sido lanzado contra la entrada de mármol casi como si se tratara de impedir la entrada al lugar. Se necesitaron muchos hombres para quitar el pesado ataúd y entrar. Lo que encontraron dentro sorprendió a todos los presentes.
Los ataúdes estaban desordenados, sólo que esta vez se habían movido con más violencia que en ocasiones anteriores. Algunos de los ataúdes fueron arrojados unos sobre otros, y el ataúd de Mary-Anne había sido arrojado contra una pared con tal fuerza que una de las esquinas sufrió daños.
Sorprendentemente, la capa de arena blanca en el suelo estaba completamente intacta, sin una sola huella. No hubo señal de inundación o cualquier otro tipo de irrupción. La arena, el suelo y las paredes estaban totalmente secos. Además, parecía improbable que un invasor pudiera haber escapado con el gran ataúd bloqueando la puerta.
Al presenciar el inexplicable evento, el gobernador decidió poner fin al fenómeno de una vez por todas. Ordenó que los cuerpos fueran enterrados por separado en tumbas individuales y que la cripta de los Chase permaneciera vacía y ningún otro cuerpo fuera enterrado allí.
El misterio prevalece
Al igual que con otros misterios de lo sobrenatural, muchos han intentado explicar los acontecimientos que ocurrieron en la cripta de la familia Chase. Las teorías van desde lo paranormal, con fantasmas y demonios hasta la creencia de que Goddard era un vampiro. Los intentos más racionales de explicar el fenómeno, como la existencia de actividad sísmica o inundaciones carecen de sentido; si la actividad sísmica era la culpable del movimiento de los féretros, seguramente habría causado daños similares a tumbas cercanas.
Las inundaciones también fueron descartadas, ya que era poco probable que ese tipo de ataúdes pesados flotaran y no había ninguna señal de tal hecho dentro de la cripta. Además, una inundación habría dañado el ataúd de madera de Goddard.
Algunos escépticos creen que la historia fue completamente fabricada, que no fue más que un mito local, un engaño. Otros alegan que las almas de los difuntos simplemente no podían convivir en paz en la cripta porque en vida tampoco lo hacían.
¿Qué pasó dentro de los confines oscuros y subterráneos de esta misteriosa tumba todos esos años atrás? Sólo los cadáveres enterrados allí deben saber la respuesta. Por ahora, la tumba permanece vacía y el misterio de la cripta de los Chase sigue sin resolverse.