En Abril de 1922 un desconcertante misterio conmocionó a los habitantes de la pequeña aldea bretona Goas Al Ludu, cerca de Chautelin, en Francia. La niña Pauline Picard, de dos años, desapareció de la granja de sus padres sin dejar rastro alguno.

Desesperados, los padres de Pauline reclutaron la ayuda de la policía local y decenas de voluntarios para llevar a cabo una búsqueda en el pueblo. Pero la búsqueda no dio ningún resultado y sus esperanzas comenzaron a desvanecerse. Sin embargo, los padres de Pauline nunca dejaron de creer o de esperar que surgiera alguna noticia acerca del paradero de su hija.

Muchos pensaron que la niña había sido raptada por gitanos, aunque no se había registrado la presencia de ninguno en el pueblo para el momento de su desaparición. Pocas semanas después, llegaron noticias del paradero de la niña.

LA OTRA PAULINE

Una niña que coincidía con la descripción de Pauline fue vista en Cherburgo. Un policía local encontró a la niña y la dejó en un orfanato local para que la cuidaran mientras confirmaban su identidad. Las autoridades mostraron una fotografía de la niña a la madre de Pauline y ella se echó a llorar al reconocer a su hija.

El periódico francés Le Matin informó el 8 de mayo que la señora Picard aseguró entre sollozos: «Esa es mi hija». Los Picard se embarcaron rápidamente en un tren hacia Cherburgo para recuperar a la niña, pero después de pasar dos horas con ella, la niña parecía no reconocer a la pareja. En resumen, se parecía a Pauline, pero no se comportaba como ella.

REUNIÓN CON LA FAMILIA

El pueblo de Goas al Ludu

 El pueblo de Goas al Ludu

Haciendo caso omiso de su extraño comportamiento, los Picard llevaron a la niña perdida a su granja familiar con la esperanza de que sus recuerdos regresaran. También según Le Matin en su artículo del 12 de mayo, los otros niños Picard reconocieron inmediatamente a Pauline.

Los vecinos también estaban convencidos de que Pauline había regresado, y la policía local creyó que habían reunido a la familia. Todo el mundo estaba abrumado por el alivio de encontrar a la niña, y nadie parecía demasiado preocupado por cómo terminó en Cherburgo en primer lugar. ¿Cómo pudo una niña de solo dos años haber hecho un viaje de unas 200 millas en tan pocas semanas?

Pero la reunión entre los Picard y su hija no tuvo el final feliz que todos esperaban. Desde el principio, Pauline parecía muy temerosa y callada, y en ningún momento habló en su dialecto nativo, solo balbuceaba. Sus padres atribuyeron estas discrepancias a un trauma e ignoraron lo que ocurría durante varias semanas más.

En un momento dado, los Picard informaron que Pauline volvía a ser ella misma y parecía recordar la granja. Sin embargo, cuanto más tiempo pasaba la familia juntos, los Picard tenían menos certeza de que la criatura era realmente su hija.

DESCUBRIMIENTO DEL CUERPO

recorte de prensaExtracto del New York Times con la noticia

El 27 de mayo, Le Petit Parisien informó que un granjero había encontrado el cuerpo de una niña a unos 800 metros de la granja Picard. El cuerpo estaba muy descompuesto y le faltaban las manos, los pies y la cabeza. Junto al cuerpo estaban unas prendas cuidadosamente dobladas. La madre de Pauline indicó que la ropa era la que tenía la niña cuando desapareció.

Curiosamente, el cuerpo estaba en un lugar que los investigadores registraron múltiples veces durante la investigación inicial de la desaparición de Pauline Picard. Los residentes también indicaron que pasaron por ese punto exacto numerosas veces y nunca habían visto un cuerpo allí, por lo que especularon que alguien debió colocar el cuerpo allí poco antes de su descubrimiento.

El mismo artículo informó que un granjero local llamado Yves Martin, que se había vuelto loco, preguntó a los Picard si habían encontrado a la pequeña Pauline. Cuando dijeron que lo habían hecho, él preguntó si estaban seguros si era ella. Luego comentó que “se sentía culpable” y se fue dejando a los padres desconcertados.

También el 27 de mayo, Le Matin informó que los investigadores habían encontrado un cráneo cerca del cuerpo. Posteriormente, determinaron que era demasiado grande para pertenecer a un niño.

PREGUNTAS SIN RESPUESTA

Para ese momento entonces: había una niña que se parecía a Pauline Picard pero no actuaba como Pauline viviendo con los Picard. A casi un kilómetro de distancia de la granja, un granjero encontró el cuerpo de una niña con la ropa de Pauline al lado del cadáver. Las partes más identificables del cuerpo: las manos, los pies y la cabeza, estaban desaparecidas. Un extraño cráneo fue hallado junto al cuerpo y además, un granjero loco había declarado que era culpable, pero nadie sabía de qué exactamente.

Desafortunadamente, el misterio hoy día sigue sin resolverse.

Muchos de los habitantes creían que Pauline seguía viva en algún lugar. Suponiendo que esto sea cierto, ¿quién era la niña que fue encontrada solo en Cherburgo, y por qué sus verdaderos padres nunca la reclamaron? ¿Cómo pudieron identificar a la niña los Picard y sus vecinos? ¿Qué quería decir Yves Martin? ¿Fue responsable de una o ambas víctimas? ¿Y de quién era el que cráneo encontraron?

Los Picard pasaron el resto de sus vidas preguntándose qué había pasado con su hija. En junio, la niña encontrada en Cherburgo fue llevada nuevamente a un orfanato y pasó el resto de su vida en el anonimato.

secuestro a esta niña de dos años

El titular en Le Matin el 8 de Mayo de 1922, “¿Por qué fue secuestrada esta niña de dos años? Encontramos a la pequeña Pauline Picard en Cherbourg, quien desapareció de la granja de sus padres hace un mes en Bretagne.”