La mitología japonesa está llena de un sinfín de relatos de terror que asustan hasta al más valiente. Hoy traemos la historia de una mujer hermosa, aclamada entre hombres y seguramente envidiada por las mujeres. Una mujer que llevada por la vanidad de su belleza y enjuiciada por la espada de su marido, se vio destinada a vagar por las calles de Japón en las noches de neblina portando el tapaboca que esconde su maldición.
Kuchisake-onna es una frase japonesa que responde a “La mujer con la boca cortada”. Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo atrás, vivía una dama que se llevaba consigo todas las miradas y los deseos de los hombres. La belleza de sus rasgos podía poner de rodillas a cualquier caballero que junto a ella se posara, circunstancia incómoda, por demás, para su esposo, un antiguo samurái que levantó su katana posiblemente durante el periodo Heian y quien tomaría represalias por sus propios medios.
Representación de una geisha durante el periodo Heian
La frecuencia con la que los hombres sucumbían ante sus encantos, tentó a la mujer a adentrarse en el mundo de la infidelidad. Se dice que cegada por la vanidad se acostumbró a engañar a su esposo y éste un día, llevado por los celos, como castigo, cogió una tijera y le hizo sendos cortes en los extremos de su boca. Aunque hay debates acerca de cuál fue el objeto usado para realizar las cisuras, pues dada la condición del marido es más probable que haya usado una daga; no obstante, se maneja esta referencia por ser el objeto que porta la mujer mientras desanda por las calles japonesas.
Kuchisake-onna
¿Anata wa utsukushīda to omoimasu ka?
Con esa pregunta comenzó el sufrimiento de la dama: “¿Piensas que eres hermosa?” Decía el samurái mientras cortaba su cara. “Ahora ¿Quién va a pensar que eres hermosa?”
Después del incidente, y aun ahora durante sus apariciones, la mujer lleva la herida tapada como señal de vergüenza. Cuando se encuentra en la calle con algún joven le pregunta “¿watashi kirei?”, cuestionándole acerca de su hermosura. Como posee rasgos tan elegantes, cautiva a los chicos a través de la belleza de sus ojos y la finura su tez, aunque lleve el resto de la cara oculta. La respuesta más común es “sí” y en ese momento es que la suerte del desdichado cambia por completo.
Kuchisake-onna tienes más del 50% de la cara oculta debido a sus heridas
Tras la respuesta del consultado, la mujer se quita la prenda que tapa su boca preguntándole “¿Y ahora?”. “Kore demudesu ka?, Kore demudesu ka?”, y como se prevé la respuesta automática es un “sí” rotundo, continuado por un sentimiento de espanto terrible. En este punto algunos consienten que la mujer corta la cabeza del desafortunado con una tijera, otros acusan que usa una daga antigua para degollarlo. De cualquier manera la muerte está asegurada para quien se tope con este yokai o espíritu demoniaco, y la aborde con la respuesta incorrecta.
Cosplay de Kuchisake-onna, uno de los más usados en Japón
Otras acepciones de la leyenda indican que si la respuesta es positiva, la mujer solo le corta la cara a su víctima tal cual sus propias heridas, para que el hombre sufra lo mismo que ella. También hay quien afirma que en caso de un “sí” ella seguirá al atormentado hasta su casa y allí lo asesinará. La versión más atractiva pero menos elocuente da cuenta de que si respondes “sí” apenas ella se quite la mascarilla, te ofrecerá alguna piedra preciosa ensangrentada y se irá.
¿Hay una respuesta correcta para escapar vivo de Kuchisake-onna?
Aun no existe conocimiento de algún referente que pueda dar testimonio fiel acerca de su escape; no obstante, hay una serie de pasos que puedes seguir si una noche de estas vas caminando por el cruce de Shibuya y te encuentras con este yokai:
- Si ves que comienza a caer el sol, pasa por una venta y compra dulces: parece que si le lanzas caramelos a Kuchisake-onna ella te dejará libre. ¿Por qué tan sencillo? Bueno, supuestamente los alimentos difíciles de masticar le recuerdan su herida y huye despavorida.
- Confunde y reinarás: otra opción es preguntarle de vuelta “¿Y yo te parezco hermoso?, ella se sentirá confundida y te dará tiempo para escapar.
- Ser misericordioso: finalmente encontramos que si le ofreces curitas o pomadas ella te dejará libre, no porque sienta compasión, para nada, sino que sencillamente no le gustan esas cosas.
Adaptaciones cinematográficas
Acá se pueden apreciar una serie de adaptaciones cinematográficas que pueden familiarizarte aun más con este espeluznante yokai japonés: